jueves, 12 de diciembre de 2013

GENERAL TOMÁS DE AQUINO CARVALLO LIMA



GENERAL TOMÁS DE AQUINO CARVALLO LIMA

Carlos A. López Garcés
Cronista de Altagracia de Orituco


            Tomás de Aquino Carvallo fue una personalidad respetable, sobre todo en Orituco y Chaguaramas, donde tenía reputado prestigio social, derivado de su excelente conducta ciudadana, de su honradez indiscutible, de sus buenos principios morales y, especialmente, de su sólida capacidad económica lograda con su producción ganadera en su hato Santa Isabel… Un paréntesis para decir que la grafía original del apellido Carvallo, en el caso de Tomás de Aquino y familiares, fue modificado por Carballo con el transcurrir del tiempo; es decir: la uve, ve, ve baja o ve corta (v) fue sustituida por la be, be alta o be larga (b), como se les denomina a estas letras respectivamente. En este trabajo se utiliza la grafía original.
            El lugar de nacimiento de este personaje está en duda. En un trabajo sobre “Los Carballo” (sic), redactado por el poeta y cronista José Francisco Martínez Armas y publicado en la página 9 del periódico orituqueño Topano N° 24, que circuló en Altagracia de Orituco en mayo de 1968, está escrito que era oriundo de Camatagua, estado Aragua; pero Jaime J. Anday, un joven de 29 años de edad, soltero, comerciante, natural de España,  afirmó, sin especificar el sitio, que era natural del distrito Infante, estado Guárico, cuando, ante Carlos Quiroba Martínez, primera autoridad civil altagraciana, aportó los datos para registrar la defunción de Carvallo, ocurrida en Altagracia de Orituco, a las tres de la tarde del 12 de julio de 1908, a los 73 años de edad, lo cual indica que habría nacido en 1835.
            Era hijo de José Rafael Carvallo y Micaela Lima, quienes tuvieron otros descendientes: Francisco Lucas, Rafael (falleció en la Guerra Federal), Ramón, Miguel, Ana Santiaga y Felícitas. La familia Carvallo Lima llegó al Orituco procedente de Camatagua, con la intención de radicarse en Lezama, lo que no lograron; por esto  se trasladaron a Chaguaramas donde fundaron el hato Peñas Negras. Tomás de Aquino, uno de aquellos siete hermanos, contrajo matrimonio en Chaguaramas con Lucrecia Belisario Naranjo, nativa de esta población guariqueña, con quien formó una familia numerosa constante de nueve hijos: Vidal, Julia, Tomás, Rafael José, Isabel, Lucrecia, Dominga, Alejandro y Francisco Lucas. La señora Lucrecia Belisario Naranjo de Carvallo sobrevivió a su esposo durante ocho años y sesenticuatro días; tenía 70 años de edad cuando falleció por consunción como consecuencia de tuberculosis pulmonar, a las nueve de la mañana del 14 de septiembre de 1916, en Altagracia de Orituco donde estaba domiciliada y dedicada a ocupaciones propias del hogar.        
            Tomás de Aquino se identificó políticamente con la Revolución Legalista, liderada por el general Joaquín Crespo, en contra de las pretensiones continuistas del presidente Raimundo Andueza Palacio. Su honorabilidad, solvencia económica y amistad con Crespo fueron tres factores fundamentales que influyeron en la designación de Tomás de Aquino Carvallo, con el grado de general, como Jefe de Operaciones de las tropas crespistas en el oriente del Guárico, aun cuando jamás había sido militar ni político ni empleado público; sin embargo, asumió ese compromiso y logró formar un ejército en Orituco de más de mil trescientos soldados, con los cuales, a pesar de la falta de pertrechos apropiados para guerrear, marchó a Chaguaramas con el objeto de combatir las fuerzas gobiernistas acantonadas allí, al mando del general José Hernández Ron, Jefe Operacional del Gobierno anduecista en el oriente guariqueño; pero el intento fue infructuoso porque los orituqueños fueron derrotados, debido a las condiciones desventajosamente inferiores con respecto a la superioridad de las tropas enemigas.
            La ocasión es apropiada para recordar lo escrito a propósito de aquel personaje por J.A. De Armas Chitty, meritorio historiador y académico venezolano: “…don Tomás de Aquino Carvallo, un honesto hijo de Orituco cuyos méritos en la vida privada no le autorizaban para dirigir una montonera. Al frente pues, de dos mil [sic] hombres sin organización ninguna, Carvallo se dirige a Chaguaramas defendida por el general José Angel Hernández Ron […] Como no tiene ideas de estrategia, Carvallo y los suyos atacan a Chaguaramas. Eran dos mil [sic] hombres y sólo llevaban 32 cubanos, es decir, rifles. Valientemente se abalanzan contra los reductos de Hernández Ron, quien sí disponía de gente experimentada. Poco a poco penetran en la plaza, cayendo como juguetes…”
            Aquella acción bélica es conocida como Batalla de Chaguarama de 1892; ocurrió el 16 de abril de ese año, que era Sábado Santo; en ella murieron más de cien combatientes crespistas.  El resultado desastroso de esta contienda para las fuerzas orituqueñas motivó la formación de dos tendencias dentro del crespismo, que hicieron públicas sus desigualdades con respecto a la actuación del general Carvallo en los periódicos El Radical y El Siglo, que circularon en Caracas en noviembre y diciembre de 1892, cuando la guerra había finalizado y cuyas páginas, por una parte, fueron utilizadas para vilipendiarlo impíamente   acusándolo de ser responsable de aquel fracaso militar y, por la otra, para defenderlo con sensatez y vehemencia, justificando aquella batalla como una victoria política, porque le impidió a Hernández Ron avanzar contra la retaguardia de Crespo, que se movilizaba en el Guárico y en el sur de Aragua.
            No hay noticias específicas conocidas que sirvan para aclarar la actuación del general Carvallo luego de la Batalla de Chaguaramas; no obstante, es factible deducir que habría mantenido su fidelidad hacia la Revolución Legalista, tanto que desempeñó el cargo de Jefe Civil y Militar de Altagracia de Orituco, luego del triunfo de Crespo en octubre de 1892, según el cronista José Francisco Martínez Armas.
            Las fuentes consultadas no aportan informaciones suficientes para realizar un trabajo biográfico que sirva para conocer más detalladamente al general Tomás de Aquino Carvallo como personaje de interés historiográfico; sin embargo, ahora puede deducirse que su trascendencia histórica no está más allá de su fracasada actuación militar en la Batalla de Chaguaramas de 1892 y su lealtad al general Joaquín Crespo*.
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*  Ponencia leída en el V Encuentro de Cronistas, Historiadores e Investigadores en  Las Mercedes del Llano, estado Guárico, celebrado en el Salón de Sesiones del Concejo Municipal, el sábado 23 de noviembre de 2013.

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