LA MITOMANÍA
Por: Pablo Milazzo
Aunque todas las personas dicen mentiras
por diversos motivos, decirlas con frecuencia puede ser una enfermedad llamada
mitomanía.
El pretexto de mentir, ocultar algo, o no decir toda la verdad, puede tener
muchas aparentes razones, pero acostumbrarse a hacerlo se puede convertir en
una enfermedad psicológica llamada mitomanía, palabra que viene del griego
"mitos", mentira, y "manía", modismo.
Al mentir lo que se hace es desvirtuar la realidad, a decir lo opuesto,
engrandecer el asunto, añadiendo elementos que no existen, además suele suceder
que la cadena de una mentira siempre va en aumento, es como el llamado
"juego del teléfono descompuesto", mientras más personas se enteran
de algo, más se le va aumentando al "chisme", hasta que llega a ser
totalmente diferente a la realidad. Pero no hay que exagerar tampoco, ni
confundir una mentira con una fantasía, inventiva o creatividad, ya que la
historia estaría llena de ellas.
La mitomanía como enfermedad ya está reconocida, y se califica como tal
cuando alguien miente continuamente sin medir los alcances de su mentira, lo
que le permite hacer un poco más llevadera su existencia ante una situación muy
devaluada de su autoestima o por tener pretensiones muy altas, y llegar a
ellas, sin importar a quién daña.
En fin, que según vemos en la historia de la humanidad, desde Adán y Eva,
todos mienten, unos más que otros, con intención o no, pero la mentira al fin y
al cabo, es parte de la personalidad humana y que lo único que no es permitido,
es provocar un daño irreversible a otras personas. Por ello, elige bien antes
de hablar, hacer algo o acusar injustamente, porque con ello puedes hacer mucho
daño a los demás y nunca estarás bien contigo mismo.
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