GENERAL TOMÁS DE AQUINO
CARVALLO LIMA
Carlos A. López Garcés
Cronista de Altagracia
de Orituco
Tomás de Aquino Carvallo fue una personalidad respetable, sobre todo en
Orituco y Chaguaramas, donde tenía reputado prestigio social, derivado de su
excelente conducta ciudadana, de su honradez indiscutible, de sus buenos
principios morales y, especialmente, de su sólida capacidad económica lograda
con su producción ganadera en su hato Santa Isabel… Un paréntesis para decir
que la grafía original del apellido Carvallo, en el caso de Tomás de
Aquino y familiares, fue modificado por Carballo con el transcurrir del
tiempo; es decir: la uve, ve, ve baja o ve corta (v) fue sustituida por
la be, be alta o be larga (b), como se les denomina a estas letras
respectivamente. En este trabajo se utiliza la grafía original.
El lugar de nacimiento
de este personaje está en duda. En un trabajo sobre “Los Carballo” (sic), redactado
por el poeta y cronista José Francisco Martínez Armas y publicado en la página
9 del periódico orituqueño Topano N° 24, que circuló en Altagracia de
Orituco en mayo de 1968, está escrito que era oriundo de Camatagua, estado Aragua;
pero Jaime J. Anday, un joven de 29 años de edad, soltero, comerciante, natural
de España, afirmó, sin especificar el
sitio, que era natural del distrito Infante, estado Guárico, cuando, ante
Carlos Quiroba Martínez, primera autoridad civil altagraciana, aportó los datos
para registrar la defunción de Carvallo, ocurrida en Altagracia de Orituco, a
las tres de la tarde del 12 de julio de 1908, a los 73 años de edad, lo cual
indica que habría nacido en 1835.
Era hijo de José Rafael
Carvallo y Micaela Lima, quienes tuvieron otros descendientes: Francisco Lucas,
Rafael (falleció en la Guerra Federal), Ramón, Miguel, Ana Santiaga y
Felícitas. La familia Carvallo Lima llegó al Orituco procedente de Camatagua,
con la intención de radicarse en Lezama, lo que no lograron; por esto se trasladaron a Chaguaramas donde fundaron
el hato Peñas Negras. Tomás de Aquino, uno de aquellos siete hermanos, contrajo
matrimonio en Chaguaramas con Lucrecia Belisario Naranjo, nativa de esta
población guariqueña, con quien formó una familia numerosa constante de nueve
hijos: Vidal, Julia, Tomás, Rafael José, Isabel, Lucrecia, Dominga, Alejandro y
Francisco Lucas. La señora Lucrecia Belisario Naranjo de Carvallo sobrevivió a
su esposo durante ocho años y sesenticuatro días; tenía 70 años de edad cuando
falleció por consunción como consecuencia de tuberculosis pulmonar, a las nueve
de la mañana del 14 de septiembre de 1916, en Altagracia de Orituco donde
estaba domiciliada y dedicada a ocupaciones propias del hogar.
Tomás de Aquino se
identificó políticamente con la Revolución Legalista, liderada por el general
Joaquín Crespo, en contra de las pretensiones continuistas del presidente
Raimundo Andueza Palacio. Su honorabilidad, solvencia económica y amistad con
Crespo fueron tres factores fundamentales que influyeron en la designación de
Tomás de Aquino Carvallo, con el grado de general, como Jefe de Operaciones de
las tropas crespistas en el oriente del Guárico, aun cuando jamás había sido militar
ni político ni empleado público; sin embargo, asumió ese compromiso y logró
formar un ejército en Orituco de más de mil trescientos soldados, con los
cuales, a pesar de la falta de pertrechos apropiados para guerrear, marchó a
Chaguaramas con el objeto de combatir las fuerzas gobiernistas acantonadas
allí, al mando del general José Hernández Ron, Jefe Operacional del Gobierno
anduecista en el oriente guariqueño; pero el intento fue infructuoso porque los
orituqueños fueron derrotados, debido a las condiciones desventajosamente
inferiores con respecto a la superioridad de las tropas enemigas.
La ocasión es apropiada
para recordar lo escrito a propósito de aquel personaje por J.A. De Armas
Chitty, meritorio historiador y académico venezolano: “…don Tomás de Aquino Carvallo, un honesto hijo de Orituco cuyos
méritos en la vida privada no le autorizaban para dirigir una montonera. Al
frente pues, de dos mil [sic] hombres sin organización ninguna, Carvallo se
dirige a Chaguaramas defendida por el general José Angel Hernández Ron […] Como no tiene ideas de estrategia, Carvallo
y los suyos atacan a Chaguaramas. Eran dos mil [sic] hombres y sólo llevaban 32
cubanos, es decir, rifles. Valientemente se abalanzan contra los reductos de
Hernández Ron, quien sí disponía de gente experimentada. Poco a poco penetran
en la plaza, cayendo como juguetes…”
Aquella acción bélica es
conocida como Batalla de Chaguarama de 1892; ocurrió el 16 de abril de ese año,
que era Sábado Santo; en ella murieron más de cien combatientes
crespistas. El resultado desastroso de
esta contienda para las fuerzas orituqueñas motivó la formación de dos
tendencias dentro del crespismo, que hicieron públicas sus desigualdades con
respecto a la actuación del general Carvallo en los periódicos El Radical
y El Siglo, que circularon en Caracas en noviembre y diciembre de 1892,
cuando la guerra había finalizado y cuyas páginas, por una parte, fueron
utilizadas para vilipendiarlo impíamente
acusándolo de ser responsable de aquel fracaso militar y, por la otra,
para defenderlo con sensatez y vehemencia, justificando aquella batalla como
una victoria política, porque le impidió a Hernández Ron avanzar contra la
retaguardia de Crespo, que se movilizaba en el Guárico y en el sur de Aragua.
No hay noticias
específicas conocidas que sirvan para aclarar la actuación del general Carvallo
luego de la Batalla de Chaguaramas; no obstante, es factible deducir que habría
mantenido su fidelidad hacia la Revolución Legalista, tanto que desempeñó el
cargo de Jefe Civil y Militar de Altagracia de Orituco, luego del triunfo de
Crespo en octubre de 1892, según el cronista José Francisco Martínez Armas.
Las fuentes consultadas no aportan
informaciones suficientes para realizar un trabajo biográfico que sirva para conocer
más detalladamente al general Tomás de Aquino Carvallo como personaje de
interés historiográfico; sin embargo, ahora puede deducirse que su
trascendencia histórica no está más allá de su fracasada actuación militar en
la Batalla de Chaguaramas de 1892 y su lealtad al general Joaquín Crespo*.
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* Ponencia leída en el V
Encuentro de Cronistas, Historiadores e Investigadores en Las Mercedes del Llano, estado Guárico,
celebrado en el Salón de Sesiones del Concejo Municipal, el sábado 23 de
noviembre de 2013.
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