miércoles, 5 de diciembre de 2018

4 DE JUNIO DE 1676: UNA FECHA DISCUTIBLE EN ORITUCO


Carlos A. López Garcés
Cronista de Orituco
“La historia hay que mirarla a través del documento”
Fustel de Coulanges
(Historiador francés. 1830-1889)

El libro de bautismos, velaciones y casamientos de la iglesia del Valle de San Miguel del Rosario de Orituco, iniciado por el padre Juan de Barnuevo el 4 de junio de 1676, está resguardado en el archivo de la parroquia Nuestra Señora de Altagracia, estado Guárico. El primero de los folios está muy dañado; sin embargo, contiene restos de la nota de apertura de ese legajo, cuyo texto completo fue el siguiente:

“[Libro de baptismo]s, velaciones y casamientos [de feligreses] pertenecientes a este Valle de San Miguel del Rosario de [roto] soto [sic] de La Cruz del Maestre de Campo Pedro de Mezones, fecho desde [4] de junio deste año de 1676, que se fundó esta santa iglesia por el Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Maestro Don Fray Antonio González de Acuña, Obispo Benemeritísimo de Venezuela y Caracas, cometida a mi Juan de Barnuevo, cura capellán en ésta y son los que se han baptizado y velado los siguientes. Juan de Barnuevo”.

Es pertinente decir que los datos expuestos entre corchetes fueron tomados de dos fuentes para reconstruir el documento. Una fue la publicación hecha por monseñor Rafael Chacín Soto en su columna “Papeles y voces de ayer”, editada en la página 2 del periódico Alborada Nº 11, que, dirigido por el profesor calaboceño Blas Loreto Loreto,  circuló en Altagracia de Orituco el 7 de agosto de 1950, en la cual se mencionó como fecha el 2 de junio, lo que es un error evidente. La otra fue una nota deteriorada que está inmediata a la del padre Juan de Barnuevo (como puede verse en la fotografía), quizás redactada en el siglo XVIII, en la cual es factible leer lo expuesto de seguidas: 

“Formo estos libros parrochiales el padre don Juan de Barnuevo, a cuatro [sic] de junio de 1676, según que arriba consta; y estubo de cura hasta el año de 1716, en 23 de febrero, que dentro [sic] interino el padre Manuel Pinto de Magallanes, el qual estubo de cura hasta el 30 de septiembre de dicho año de [1716] en el qual dia se enterro [sic] [roto] cura propietario de S[roto] cente de Ortuño quiera [roto] mayor onrra y gloria [roto] señor maestro don fray Francisco [roto] do con asenso y [roto] no Governador y capitán [roto] rioso lo firme [roto]”. 

Este libro eclesiástico de San Miguel habría sido el mismo que el obispo Mariano Martí encontró en Altagracia de Orituco, en la segunda quincena de marzo de 1783, cuando visitaba pastoralmente a esta población y ya la feligresía sanmiguelina estaba agregada a la altagraciana. Era el más antiguo de los libros de la iglesia “parroquial” de San Miguel, acerca del cual el prelado agregó: “…Este mismo libro tiene una nota firmada de dicho Cura capellán [Juan de Barnuevo] que dize haver formado sus libros parroquiales desde 4 [sic] de junio de 1676 para los feligreses pertenecientes a este Valle de San Miguel del Rosario de Orituco y hasta de la Cruz del Maestre de Campo don Pedro de Mesones, y que en dicho año se fundó esta Iglesia por el Illmo. y Rvmo. señor maestro fray don Antonio González de Acuña, cometida o encargada a dicho don Juan de Barnuevo, Cura capellán de dicho San Miguel…”

Esos datos aportados por el padre Juan de Barnuevo sirvieron para celebrar en 1976 un supuesto tricentenario de la creación de la parroquia Nuestra Señora de Altagracia, a lo que algunas personas le agregaron que se trataba también de la fundación de Altagracia de Orituco. Esa festividad fue el efecto de un lamentable error de interpretación, pues el documento no indica, en ninguna de sus líneas, que esa fecha correspondía a la fundación de una parroquia o de un pueblo. Una creación semejante ameritaba un dictamen previo sobre ese particular, emitido por la superioridad eclesiástica con jurisdicción en Venezuela. La nota del cura Barnuevo no tenía esa significación para San Miguel ni para Altagracia de Orituco porque este pueblo no existía; está referida  expresamente al uso del libro, a la fecha de su apertura, al sacerdote que lo comenzó, al año de la creación del templo, al fundador de “esta santa iglesia” y al cura capellán encargado de ella. 

Es conveniente subrayar, con fines aclaratorios, que el obispo González de Acuña visitó pastoralmente a San Sebastián de los Reyes en febrero-marzo de 1676, cuando el presbítero Barnuevo ejercía el sacerdocio en esa ciudad. Ese mismo prelado, mediante carta fechada en Turmero el 22 de abril de ese año de la visita, notificó al rey acerca de la construcción de iglesias en varias poblaciones, entre las cuales estaba la de San Sebastián de los Reyes a cuya territorialidad pertenecía San Miguel del Rosario. ¿Uno de aquellos templos era el sanmiguelino?

El padre Barnuevo tenía el deber de organizar los libros del registro eclesiástico de una feligresía cuya iglesia era nueva y para la cual estaba recién comisionado, pues hacía poco tiempo de su llegada a San Miguel desde San Sebastián de los Reyes, de donde lo habían transferido por graves problemas de conducta, de los cuales se enteró el propio obispo. Es antihistórico afirmar que aquella apertura equivale a la fundación de una parroquia o de un pueblo, porque lo que revela el documento es que se trató, sencillamente, de un acto protocolar ejecutado por el cura Barnuevo en cumplimiento de una responsabilidad sacerdotal, que coincidió con el año de la fundación de un templo nuevo; era el mismo deber que tenían otros sacerdotes con sus feligresías en casos similares. ¿Qué relación había entre aquella iglesia de San Miguel y el compromiso que tenían los encomenderos lugareños de construir un templo para el adoctrinamiento de los indios encomendados a su cargo, de acuerdo con las normas del entonces imperante régimen de trabajo gratuito y obligatorio, que los indígenas debían cumplirle durante tres días semanales al encomendero respectivo, cuando aún faltaban diecisiete años y nueve meses para el surgimiento de Altagracia de Orituco, el 1 de marzo de 1694 como consecuencia de la abolición de ese sistema de servicio personal en 1687? 

Por otra parte, la ocasión es apropiada para anotar que llama mucho la atención los quince meses y veinticinco días transcurridos desde la fecha de apertura de aquel libro eclesiástico hecha por el clérigo  Barnuevo y la del primer bautismo que registró allí el 29 de septiembre de 1677, el cual correspondió a un negro adulto de nombre Domingo, quien era esclavo de don Pedro de Mezones. El segundo lo dispensó en diciembre de ese año a María Rosa, mulata esclava, hija legítima de Domingo, indio encomendado de doña Catalina de Rangel, y de Juana, negra esclava de Juan de Ortuño. Los siguientes fueron realizados el 25 de mayo de 1678, cuando confirió el sacramento a dos negras adultas identificadas como María y Victoria, quienes eran esclavas del tesorero Fernando Aguado de Páramo. Los daños del documento apenas permiten saber que, en ese mismo año 1678 y después de esas dos negras, se lo administró a una esclava del alférez Melchor Muñoz de la Vega y a una india de la encomienda del capitán Juan de Laya, cuyo padrino fue un alférez, quizás del valle sanmigueleño. En resumen: El padre Barnuevo no realizó bautismos durante el lapso comprendido de los primeros días de junio de 1676 a los últimos de septiembre del año siguiente; solo efectuó dos bautizos en el  tercio final de 1677 y ninguno en el primer cuatrimestre de 1678. ¿Qué ocurría con la evangelización en San Miguel entonces? 
Altagracia de Orituco, 31 de mayo de 2018.



FUENTES


 
I.- Documentales
ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE ALTAGRACIA. Altagracia de Orituco, estado Guárico. Libro de bautismos de San Miguel del Rosario y del pueblo Nuestra Señora de Altagracia. Años 1677-1744.


 
II.- Biográficas
CASTILLO LARA, Lucas Guillermo. San Sebastián de los Reyes. La ciudad trashumante. Caracas. Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela, vol. 172, t. I, 1984.


 
MARTÍ, Mariano. Documentos relativos a su visita pastoral de la Diócesis de Caracas. 1771-1784. Libro personal. Caracas. Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela, vol. 96, t. II, 1969.


 
III.- Hemerográfica
CHACÍN SOTO, Rafael. “Papeles y voces de ayer”. Alborada. Director: Blas Loreto Loreto. Año I – Mes VIII – Nº 11. Altagracia de Orituco, 7 de agosto de 1950.


La gráfica muestra el resto documental de la apertura del libro de bautismos, velaciones y casamientos de la iglesia del Valle de San Miguel del Rosario, hecha por el padre Juan de Barnuevo el 4 de junio de 1676. Foto: Carlos A. López Garcés, jueves 16 de enero de 2014

1 comentario:

  1. En la sección de las FUENTES, donde dice Biográficas debe decir Bibliográficas

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